Durante mucho tiempo, varias empresas intentaron, sin éxito, instalar un motor turbo en un automóvil de serie.

La idea era reutilizar los gases obtenidos de una turbina, para generar un incremento en la combustión del motor del vehículo. El problema estaba en la sobrepresión que se ejercía en el motor, lo cual le provocaba daños térmicos; además, la potencia obtenida hacía difícil el control del automóvil.

En Saab® nuestro deseo de innovación nos motivó para dedicarnos a este proyecto. Los resultados no se hicieron esperar. En 1977, el ingeniero Per Gillbrand desarrolló una válvula para desviar la potencia innecesaria de la turbina y, de esta forma, obtuvimos nuestro increíble motor Turbo.

Ese mismo año, durante el Salón del Automóvil de Frankfurt, presentamos el primer automóvil

con la innovadora tecnología Turbo: el legendario Saab 900 Turbo.

Este vehículo poseía un motor de cuatro cilindros que, con su pequeño tamaño y gran eficiencia, podía generar una potencia igualable a la de un motor V8. Desde ese momento todos nuestros motores Saab, equipados con Turbo, pudieron desarrollar un excelente torque a régimen medio y una gran aceleración al adelantar.

Pero no nos detuvimos ahí. Actualmente estamos mejorando el desarrollo Turbo. Con Saab BioPower, gracias a la combinación del bioethanol E85 (un combustible renovable obtenido de la caña de azúcar) y el máximo poder del Turbo, hemos logrado alcanzar hasta 30 hp extras. Por ello, en Saab nuestro compromiso de innovación nos ha mantenido como pioneros en la tecnología turbo.